Reflexionemos lo que sabemos

¿Qué hemos aprendido?

Hemos avanzado un largo camino...

Primero: Ya sabemos la importancia de la oración:

• Analizamos el Padre Nuestro...
• Nos introducimos al Santo Rosario...
• Entendemos el valor de la oración personal...

Segundo: Estudiamos el Credo como nuestra profesión de Fe. ¡Nuestro deber es aprenderlo y rezarlo! Sabemos y entendemos la complejidad del misterio de la Santísima Trinidad:

• Profundizamos en el conocimiento del Padre Creador...
• Aceptamos a Jesús como Hijo de Dios y Salvador...
• Nos acercamos al Espíritu Santo consolador...

¡Hay mucho más que aprender! 

 

Ahora nos espera el estudio de la Iglesia como comunidad de cristianos que nos invita a celebrar los misterios cristianos, acercando a nosotros el plano espiritual en el mundo físico.